Los Eternos Problemas.

Los Eternos Problemas.

Estamos nuevamente frente a una nueva campaña proselitista, en busca en primera vuelta de un nuevo presidente de los argentinos. En una búsqueda de mirar por 4 años más, debemos reflexionar conscientemente sobre la situación del país.

Ver ¿qué gobierno queremos para nuestros próximos 4 años?, de ahí que siempre reflexiono que no hay que dejarse llevar por los argumentos triunfalistas y fatuos de quienes piensan que cualquiera puede ser político.

El desempeñar una tarea de servir idóneamente a la sociedad argentina, una provincia, un pueblo, no es para cualquier persona, porque no se puede desempeñar con odio, mezquindad, hipocresía un país, una provincia o un pueblo.

Quienes vivimos en un pueblo, en cualquier provincia o en el país, no somos un pelotón de soldados, ante un oficial a cargo desde hace 60 años.

Somos hombres y mujeres, jóvenes y niños que cada tiempo que pasa queremos un pueblo mejor.

Somos personas buscadoras de la verdad, esa verdad que Cristo nos dejó, cuando nos hablaba con tal fuerza y convicción de que cuanto decía era una verdad que duraría eternamente.

Esa sería la verdad del hombre que puede gobernar nuestro pueblo argentino y sacarnos de esta maldad que nos han dejado los anteriores y que Fernández aún no ha podido sacarnos del embrollo.

Porque sus propias palabras deben ser sencillas, con alcance del pobre analfabeto, como los más existentes intelectuales, hablar y hacer de acuerdo al “Lenguaje del Pueblo”, de lo que realiza en “pensamiento, palabra y obra”, dar la repuesta adecuada, realizable, sin mentiras, ni egoísmo.

Algo que sería bueno aquellos que en su campaña proselitista los dirigentes distribuyen bolsitas de mercadería, es tan doloroso ver a los pobres recibir la bolsita con yerbas con las que ceban mates intomable y aceites al fritar o cocinar les resulta difícil de consumir, “todos los que reciben esas bolsitas con esos productos seguramente por ser los más económicos son personas como cualquier dirigente político”.

                                   La Dirección.